El entorno laboral está sufriendo una profunda transformación desde la irrupción de la COVID-19. Hoy, tras un año de adaptación y aprendizajes de la implantación masiva del teletrabajo, y sin ver aún clara la vuelta a la normalidad, el modelo de trabajo híbrido se presenta como la nueva realidad laboral.
Desde la Revolución Industrial no se habían planteado cambios significativos en el modelo de trabajo, por eso el momento actual es una gran oportunidad para que las organizaciones se replanteen diversos aspectos del entorno laboral ante el nuevo escenario.

El modelo de trabajo híbrido permite aprovechar lo mejor del teletrabajo como la flexibilidad, la autonomía, la conciliación o el impulso de la digitalización en las empresas, con lo mejor del trabajo presencial como la socialización con los compañeros y el sentido de pertenencia y compromiso con la empresa.
Cada compañía debe encontrar su manera de aplicar el modelo de trabajo híbrido en función de sus propias características y necesidades y tras revisar sus objetivos corporativos para poder ajustarlos a este nuevo enfoque. Tendrán que identificar qué tareas se pueden seguir realizando de manera remota y cuáles en oficina y analizar el perfil de los trabajadores.
Las oficinas se convertirán en espacios más abiertos, destinados a que los equipos puedan encontrarse o tener reuniones puntuales con clientes.
Pero para implementar el nuevo modelo de trabajo híbrido correctamente, es imprescindible poner al empleado en el centro del proceso y tener en cuenta sus necesidades y comportamientos cambiantes. Los líderes empresariales tienen que conocer los profundos cambios que el coronavirus ha provocado en la naturaleza de las relaciones laborales y sepan que se avecina una disrupción que cambiará la manera de trabajar.
Así lo refleja el Work Trend Index 2021, el primer Índice de Tendencias Laborales anual elaborado por Microsoft, un estudio que ha contado con la participación de más de 30.000 personas en 31 países, entre los que se encuentra España.
El estudio señala que el 73% de los trabajadores encuestados quiere que continúen las opciones flexibles de trabajo remoto, que las ofertas de trabajo a distancia en LinkedIn se multiplicaron por más de 5 durante la pandemia o que el 46% de los encuestados se plantea mudarse ahora que tiene la posibilidad de trabajar a distancia, entre otros datos relevantes a tener en cuenta.
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7 tendencias del futuro del trabajo híbrido
El informe de Microsoft también expone 7 grandes tendencias en el nuevo modelo de trabajo híbrido:
- La flexibilidad será una de las grandes protagonistas. Pero para que funcione las empresas tienen que poder garantizar a sus empleados esa flexibilidad y las herramientas necesarias para que puedan desarrollar su trabajo igualmente, estén donde estén.
- Los directivos no están en contacto con los empleados. Los líderes aseguran haber avanzado en sus carreras, sin embargo, sus empleados (Generación Z, mujeres) reconocen haber tenido más dificultades este último año.
- Alta productividad a costa de una fuerza laboral agotada. El 54% se siente con exceso de trabajo y el 39% agotado por culpa del aumento del trabajo digital, videollamadas, emails, etc. Para combatir este problema, desde la dirección deben partir iniciativas para garantizar la desconexión digital de los empleados.
- La Generación Z necesitará motivación. Para la población de entre 18 y 25 años es más complicado crear un entorno laboral positivo en sus casas, se muestran más cansados y les falta compromiso con el trabajo.
- La innovación peligra por la reducción de las redes de colaboración.
- La autenticidad estimulará la productividad y el bienestar.
- El talento está en todas partes en un mundo laboral híbrido.
La cultura corporativa y la formación, piezas clave del nuevo modelo de trabajo
Para tener éxito en el nuevo entorno de trabajo híbrido es importante contar con una cultura empresarial sólida, en la que exista una comunicación frecuente y eficaz con la plantilla y se reconozcan los méritos y el desarrollo profesional de los empleados. Además, la tecnología también desempeña un papel fundamental para que los equipos de trabajo dispersos se sientan conectados e incluidos.
Estas son algunas de las conclusiones del estudio Workforce of the Future de Cisco, que recoge las preocupaciones de más de 10.000 trabajadores de doce países en torno a algunos aspectos del modelo de trabajo híbrido.
Otro de los datos significativos que revela este estudio es que la formación y el desarrollo siguen siendo prioridades para los trabajadores. El 85% demanda formación en tecnologías y habilidades digitales y al 57% les preocupa no recibir esa formación. En este sentido, las compañías ya están haciendo sus deberes y saben cuáles son los temas imprescindibles a abordar en la formación corporativa de los próximos meses.
Las soft skills en los nuevos roles híbridos
Este nuevo modelo de trabajo implica desarrollar roles híbridos dentro de las empresas, diversificando y ampliando las áreas de especialización de los trabajadores y, en este sentido, las soft skills o habilidades blandas jugarán un papel clave.
La empatía, el pensamiento crítico, el análisis, la solución de problemas, capacidades de autogestión como el aprendizaje activo, la capacidad de recuperación, el control de las emociones, el manejo del estrés o la gestión de la incertidumbre son algunas de las aptitudes y capacidades que los empleadores van a tener en cuenta cada vez más.
Los líderes tienen que tomar medidas para fomentar estas habilidades en sus equipos y también para conseguir asegurar el bienestar y la motivación de la plantilla. Las organizaciones tienen que esforzarse para ofrecer a sus empleados herramientas y formaciones que les ayuden a gestionar su propio bienestar.
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