La ciberseguridad es hoy uno de los asuntos prioritarios para las empresas, y prueba de ello es que los presupuestos para reforzar este área están creciendo.
El preocupante aumento de ciberataques más centrados en atacar las vulnerabilidades de los usuarios, hace que la formación y concienciación de la plantilla se presente como una pieza esencial para la protección de las organizaciones, alzando como imprescindible la alineación de los departamentos de ciberseguridad y de formación.
En un escenario como el actual es clave que ambas áreas tengan una visión de conjunto que combine la experiencia de las mismas en sus campos de actuación, y así poder implementar un plan formativo que responda a las necesidades del área de ciberseguridad con el conocimiento del área de formación.
Cada vez son más las compañías donde la elección de la concienciación a la plantilla en materia de ciberseguridad ya sigue el mismo proceso que se lleva a cabo con el resto de formaciones corporativas de otras temáticas o áreas, lo que se traduce en un mayor éxito de esta concienciación que en ocasiones no suele ser de las más aclamadas.
Y ese éxito en gran parte se debe a que el departamento de formación es quien posee una mayor experiencia y datos para determinar cuáles son los itinerarios formativos que pueden funcionar mejor según cada materia y el volumen de usuarios.
Pero para ello, es de vital importancia que esa concienciación nazca de las propias indicaciones y prioridades del departamento de ciberseguridad, pues conoce de forma más técnica qué es lo que la empresa necesita para evitar brechas de seguridad causadas por errores humanos. En este sentido, su papel será pasar al equipo de formación esas indicaciones.
A partir de ahí, cada vez es más frecuente ver en las empresas cómo el área de formación es quien pasa a liderar esa concienciación. Y teniendo en cuenta esas indicaciones busca y plantea los itinerarios formativos más adecuados, informando posteriormente al área de ciberseguridad para acordar entre ambos el mejor plan de formación.
A partir de ahí es esencial que el formato elegido para una temática como esta sea capaz de entretener y motivar a los empleados con la seguridad de la empresa.
Por ello, apostar por formatos innovadores y creativos donde la emoción y el entretenimiento sean protagonistas, podrán llevarnos a lograr una empresa más comprometida y preparada para hacer frente a las amenazas y poco a poco se irá desarrollando una cultura de seguridad que fortalecerá la organización.
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