Junio es un mes muy importante en el calendario de la diversidad con la celebración internacional el día 28 del Orgullo LGBTI. Una fecha para recordar y conmemorar la lucha del colectivo por la igualdad. En el ámbito empresarial una de las labores más importantes y un reto aún para muchas compañías es la visibilización y normalización del colectivo.
Los últimos estudios demuestran que las medidas legislativas en favor de los derechos LGBTI en España, que es un país tolerante con respecto a la diversidad sexual, van por delante de la visibilidad real de las personas trabajadoras en sus empresas.
Según el informe “La diversidad LGBT en el contexto laboral en España” elaborado por REDI en colaboración con mpátika*, solamente el 38% de las personas LGBTI han “salido del armario” en sus trabajos, el resto afirma no sentirse cómodas para hablar con honestidad y abiertamente de su orientación sexual e identidad de género, pese a que la visibilización es algo muy relevante para las personas del colectivo.
¿Cuál es el principal motivo? El informe revela que el 86% de las personas LGBTI ha escuchado alguna vez chistes o comentarios homófobos o tránsfobos, o rumores acerca de su orientación sexual o la de alguna otra persona.
Para acabar con las actitudes discriminatorias en el entorno laboral las empresas tienen que fomentar la sensibilización y formación de la plantilla. Los sesgos inconscientes provocan muchas de estas situaciones, por eso es tan importante que las formaciones corporativas los trabajen.
Aunque visibilizarse en el trabajo es responsabilidad de cada persona, el clima de respeto y confianza que exista en el entorno profesional es determinante. Las empresas tienen que centrarse en generar espacios seguros, adaptados a todas las realidades y contar con el colectivo para gestionar con éxito la diversidad LGTBI.
Además, es muy importante que los managers y otros compañeros asuman la figura de “aliados” del colectivo, agentes del cambio que ayuden a promover su visibilización y normalización en la empresa.
Si las empresas cuentan con protocolos antidiscriminación y realizan acciones y formaciones de diversidad e inclusión LGBTI, con el apoyo continuado y explícito de los responsables y compañeros, será más fácil que los empleados LGBTI vivan su orientación e identidad de manera más normalizada en su entorno laboral y, por tanto, estarán más a gusto, motivados y comprometidos con su organización.
Y como muchas compañías ya tienen claro, la creación de entornos de trabajo inclusivos y diversos requiere el compromiso de la alta dirección, que tiene que impulsar las formaciones y programas de sensibilización y mostrar claramente su apuesta por la no discriminación y la igualdad de oportunidades en la empresa.